Para este evento se nos plantearon varias cuestiones previas:
- Por un lado, el cliente quería una pantalla lo suficientemente grande para que la pudieran ver los 300 asistentes.
- Por otro lado, el salón nos limitaba las opciones ya que el espacio era el justo para que entraran las mesas. Esto nos dejaba poco espacio si queríamos realizar una retroproyección.
- El otro factor determinante fue que el cliente deseaba aprovechar la luz natural que entraba por las ventanas. Llegados a este punto usar un proyector no sería viable porque la luz del sol contaminaría la pantalla.
La solución que propusimos fue una pantalla LED de interior de 6 x 2,5 metros. Jugaba a la perfección no sólo por su tamaño, sino porque sólo necesitamos un metro por detrás de la pantalla para poder instalarla: el resto del salón podía dedicarse íntegramente a colocar a los invitados. Además su alta luminosidad permitió un visionado perfecto y sin contaminación de la luz solar.
Como había que aprovechar el espacio al máximo, tras una visita técnica al salón acordamos que lo ideal era construir unas patas a la medida de la altura del salón para que el montaje encajara de manera limpia.
Para completar el servicio aportamos micrófonos de diadema y de solapa para las ponencias y la mesa redonda, así como proyectores Par Led inalámbricos que aseguraban una iluminación decorativa con los colores de la marca sin cables de por medio.